En 2007, un hombre de Australia llamado Sherif Girgis ganó un premio de lotería equivalente a $21 millones de dólares. A pesar de ser sorprendido por la noticia, Sherif decidió buscar asesoría para multiplicar su dinero. Fue así como se dejó aconsejar por un conocido empresario local llamado Russell Poliwka en quien confiaba para invertir en un bar, en un yate de alquiler de lujo, en abrir un club nocturno y comprar un terreno con vistas al mar.
Desafortunadamente, ninguna de estas inversiones prosperó. En menos de tres años, Sherif perdió $19 millones y se encontró en la ruina. Decidió demandar a Poliwka por su mala asesoría y logró recuperar $1,3 millones, ya que el juez consideró que el empresario influyó negativamente en su decisión de invertir. Sin embargo, este proceso de demanda lo hizo perder una gran cantidad de dinero que debió pagar por sus abogados.
En resumen, a pesar de haber comenzado como un afortunado ganador de lotería, Sherif Girgis acabó perdiendo la mayoría de su dinero debido a malas decisiones y asesorías, lo que lo llevó a demandar a uno de los asesores. Pero finalmente, los costos del proceso legal terminaron siendo un golpe adicional a su suerte.