La accesibilidad a potentes y baratas herramientas de inteligencia artificial ha dado lugar a la creación de imágenes, videos y audios falsos que son lo suficientemente realistas como para engañar a los votantes.
Los preocupantes usos de esta tecnología van desde la confusión a los votantes, la imitación de candidatos o incluso la incitación a la violencia, que podría llevar el concepto de ‘campaña sucia’ a submundos aún desconocidos.
El verdadero salto hacia adelante que se debe vigilar es el surgimiento de nuevas capacidades de audio y video que pueden fabricarse a gran escala y distribuirse a través de las redes, lo que multiplica el impacto.
Los políticos también están usando la inteligencia artificial en sus campañas y los grupos extranjeros que buscan interferir con la democracia estadounidense podrían emplearla para erosionar la confianza.
Por eso, ya se están ofreciendo propuestas legislativas para etiquetar los anuncios de campaña creados con IA y establecer vallas de protección para evitar la manipulación digital antes o durante las elecciones.
Las implicancias que esto tiene para las elecciones de 2024 en Estados Unidos son tan inmensas como preocupantes.