La compañía Brenmiller Energy ha inaugurado una gigafactoría en Dimona, ubicada en el desierto del Néguev en Israel, la cual se reivindica como la primera factoría de energía térmica a nivel mundial. Esta fábrica producirá los módulos bGen TES, diseñados para almacenar energía térmica. El sistema bGen carga la electricidad generada por fuentes renovables y la transforma en calor, que se carga en rocas volcánicas trituradas para su posterior uso en procesos industriales y de generación de energía. La tecnología TES busca conservar la energía térmica para su aprovechamiento en momentos en los que la energía renovable no puede satisfacer la demanda. El objetivo es hacer más fácil la conservación y posterior uso de la energía generada por renovables.

Esta tecnología representará un gran avance para la descarbonización y contribuirá a solucionar los efectos de la intermitencia en el suministro energético. Brenmiller Energy recibió financiamiento del Banco Europeo de Inversiones mediante una línea de crédito por un valor de 7,5 millones de euros. Los módulos bGen TES que se produzcan en la fábrica, serán una solución escalable y rentable que permita la descarbonización a gran escala mediante la conversión de electricidad renovable en vapor, agua o aire caliente limpios. Además, aporta una fiabilidad crítica para las centrales eléctricas y protección frente a las fluctuaciones de los precios del mercado energético.

Esta gigafactoría representa un gran hito en la carrera por la descarbonización y el almacenamiento de energía de larga duración es crucial para apoyar la intermitencia renovable, descarbonizar las redes y fábricas, y garantizar un suministro seguro. La nueva factoría en Dimona representa un paso importante en la superación de los desafíos energéticos a nivel europeo y mundial.

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