Científicos de Estados Unidos han evidenciado, por primera vez, cómo una estrella a punto de perecer devora a un planeta. Según los expertos, este suceso puede ser similar a lo que ocurrirá con el sol y la Tierra en aproximadamente 5.000 millones de años.
Basándose en una invaluable cantidad de sospechas, los investigadores infieren que este proceso puede propagarse hasta cientos o miles de ciclos su dimensión original y devorar a los planetas cercanos. Un equipo de científicos ha logrado captar este fenómeno en la propia galaxia, la Vía Láctea, a aproximadamente 13.000 años luz de distancia.
La señal fría y perdurable que dejó esta estrella moribunda permitió a los científicos describir cómo, al quedarse sin combustible y expandirse, la estrella devoró a un planeta cercano.
En conclusión, los investigadores aseveran que en 5.000 millones de años, cuando el Sol agonice, se hinchará y se llevará por delante a Mercurio, Venus y la Tierra.