El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha presentado cargos contra un antiguo ingeniero de Apple por intento de “robo de secretos comerciales” como parte de un plan para acceder y compartir la tecnología del gigante tecnológico con una empresa china de desarrollo de vehículos autónomos. WeiBo Wang, de 35 años, se enfrenta a diez años en prisión y una multa de 250.000 dólares por cada uno de los seis cargos que se le imputan. El FBI está investigando el caso.
De acuerdo con el comunicado de Justicia, Apple contrató a Wang en marzo de 2016 y un año y medio después firmó un contrato de trabajo fijo con una empresa china a través de una subsidiaria en Silicon Valley. No obstante, no se comunicó del cambio a Apple hasta cuatro meses después, el tiempo que las autoridades suponen que Wang usó para pasarle información confidencial a su nuevo empleador. Miembros del gigante tecnológico con sede en Cupertino comprobaron después que Wang había estado moviendo “grandes cantidades de información privada y confidencial en los días previos a su salida de Apple”.
En abril de 2007, tan solo 5.000 personas de esa plantilla global estaban al tanto del proyecto, según el escrito de acusación, un 4% y solo el 2% podía entrar a “una o varias” carpetas digitales de las que Wang sustrajo información. El ingeniero de 35 años recibió un entrenamiento por parte de Apple para el manejo de esa información, además de firmar un acuerdo de confidencialidad. Sin embargo, en el registro de su casa de Vista a la Montaña, California, por parte de agentes federales, encontraron “grandes cantidades de información confidencial” perteneciente a los intentos de Apple de desarrollar vehículos autónomos.
Wang, presente durante el registro, negó tener planes de viaje pese a que ya había comprado un billete de avión de ida con destino a Guangzhou para esa misma noche. Se trata del tercer empleado chino acusado de robar tecnología de la empresa fundada por Steve Jobs. El Departamento de Justicia ha enmarcado el caso de Wang dentro de una iniciativa de varias agencias gubernamentales para protegerse de “naciones hostiles” que pretenden hacerse con tecnología estadounidense de forma ilícita para favorecer a “sus regímenes autoritarios y facilitar el abuso de los derechos humanos”.
La tecnología sustraída por Wang pertenece al llamado Proyecto de Apple, que es como han bautizado en la empresa sus esfuerzos por desarrollar modelos para vehículos autónomos, pese a que no haya todavía un modelo en la calle de forma oficial. Los rumores sobre el coche de manzana han sido constantes desde que en 2014 arrancara el proyecto titán, con más de 1.000 ingenieros y expertos del sector automovilístico trabajando en una localidad secreta cerca de su sede en Cupertino.