Los principales grupos automovilísticos europeos están empezando a sacar al mercado coches eléctricos bidireccionales, capaces no solo de recibir energía, sino de devolverla también a la casa, a un edificio o la red siempre y cuando se mantenga enchufado.
Las compañías europeas van, en este caso, por detrás de las automovilísticas asiáticas que llevan años desarrollando la bidireccionalidad.
La falta de regulación en España todavía hace falta regular esta actividad para permitir que el vehículo devuelva energía a la red.
En Reino Unido, existe la figura del agregador de red, que se encarga de gestionar la carga y el suministro de una comunidad energética. La catalana Wallbox está apostando por esta tecnología en sus instalaciones de Barcelona para evitar quedarse sin luz.
La compañía utiliza su software Sirius, que se encarga de gestionar la energía de la red, de los Nissan Leaf que tiene aparcados en su estacionamiento, de un grupo de baterías estacionarias y de los paneles solares instalados en el techo.