En Nuevo León, en el norte de México, más de 30 migrantes han sido rescatados después de ser secuestrados de un autobús.
Los secuestradores habían pedido un rescate de 1.500 dólares por cada persona. El dueño del autobús denunció el secuestro después de que el GPS detectara que se había desviado de su ruta y permanecido inmóvil durante una media hora.
El rescate fue posible gracias a un operativo de más de seis horas en la zona y al rescate previo de seis personas del grupo que aportaron información detallada.
Antes de este rescate, otras nueve personas habían logrado escapar del secuestro y fueron encontradas en una zona rural buscando ayuda. Aún no se han encontrado todas las personas que viajaban en el autobús, pero se cree que ya son 49 los migrantes secuestrados en manos de las autoridades.