El presidente de China, Xi Jinping, ha ofrecido un mensaje al mundo en un ambiente acelerado y complejo que se asemeja al que pronunció junto a su homólogo ruso, Vladimir Putin, durante su visita a Moscú en marzo.
Xi ha marcado el final de la cumbre que reunió a China con Kazajstán, Uzbekistán, Tayikistán, Kirguistán y Turkmenistán con un enfoque en la coordinación entre los países y la creación de una “comunidad de futuro compartido”.
La firma de la Declaración de Xi’an y la intención de profundizar aún más los lazos en sectores como el comercio y la energía, además de la recuperación de la Ruta de la Seda, se produce cuando Moscú pierde parte de su peso específico en la región. Las cinco naciones euroasiáticas son una fuente de recursos, un mercado para las manufacturas de China y una ruta de paso vital para sus mercancías hacia Europa.