La serie dramatizada de la BBC “Steeltown Murders” muestra la historia de la estrangulación de tres adolescentes de 16 años en el sur de Gales en 1973. Esta tragedia causó pánico en la región, y la búsqueda del asesino en serie involucró a 150 policías que interrogaron a 35.000 personas. Después de casi 30 años, dos técnicas de ADN aplicadas por primera vez ayudaron a encontrar al culpable.
El científico forense Colin Dark y su equipo aislaron manchas de semen en la ropa de dos de las jóvenes, demostrando que pertenecían al mismo hombre. Aunque la identidad del asesino no estaba en la base de datos nacional de ADN, Dark sugirió la posibilidad de buscar al hijo del criminal, utilizando el ADN heredado de los padres.
Después de reducir la lista de sospechosos principales a sólo 500, la comparación del nuevo ADN con los perfiles restantes llevó a la identificación de Joseph Kappen, un portero de discoteca y conductor de autobús que murió de cáncer en 1990.
Las muestras de ADN de su ex esposa y su hija confirmaron que Kappen fue el asesino en serie conocido como el “estrangulador del sábado en la noche”. Este caso fue la primera vez que se utilizó con éxito el ADN familiar para resolver un crimen, una técnica que se ha utilizado en otros casos desde entonces.