La mente es una herramienta poderosa que nos permite hacer grandes cosas, pero también puede ser un arma de doble filo.
Controlar los pensamientos es un proceso complejo, pero existen herramientas para gestionar mejor la voz interior, como la defusión cognitiva.
Esta estrategia consiste en reconocer lo que es importante y decidir a qué dar protagonismo, para reducir el impacto destructivo de la mente en nosotros.
La defusión cognitiva nos permite dar un paso atrás y evaluar con perspectiva la importancia real de un pensamiento, lo que nos permite flexibilizar la mente.
La defusión se diferencia de la fusión en que reconoce la real diferencia entre pensamiento y realidad, como en una obra de teatro, donde el actor protagonista se sumerge en la realidad del personaje, mientras que el espectador es consciente de que se trata de una ficción.
Tomar distancia de los pensamientos abrumadores es la clave para evitar que tomen el control de nuestra vida y acciones.
Para ayudar a gestionar los pensamientos, podemos subrayar que se trata de un pensamiento y no un hecho, usar frases distanciadoras o ponerle una voz graciosa a la idea intrusiva.
