Rusia ha prohibido la entrada en el país a “500 estadounidenses” en respuesta a las recientes sanciones antirrusas impuestas por la administración Biden. La lista incluye al expresidente Barack Obama, al exembajador de EE.UU. John Huntsman, a varios senadores estadounidenses y al próximo jefe del Estado Mayor Conjunto, Charles Q. Brown Jr., entre otros. Además, la administración Biden ha desvelado nuevas sanciones contra Moscú por su guerra en Ucrania durante la cumbre del G7.
En otras noticias, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha viajado a Japón para asistir a la cumbre del G7. Es la primera vez que Zelensky viaja a Asia desde la invasión de su país por parte de Moscú en febrero de este año. El viaje se produce mientras Kyiv prepara una contraofensiva esperada contra Rusia y presiona a los gobiernos aliados para obtener más ayuda militar en medio de la intensificación de los ataques aéreos.
En la reunión de la Liga Árabe, Zelensky instó a los líderes árabes a hacer un análisis “honesto” sobre el sufrimiento de Ucrania, y señaló que “aquí entre ustedes” hay personas que “hacen la vista gorda”. La cumbre también contó con la presencia del presidente de Siria, Bashar al-Assad, quien asistió por primera vez en una década. Siria fue uno de los dos únicos países del mundo que reconocieron las anexiones reclamadas por Rusia el año pasado de cuatro regiones ucranianas, junto con Corea del Norte.
Mientras tanto, se produjeron al menos dos explosiones en la ciudad de Mariupol, ocupada por Rusia. Las explosiones tuvieron lugar en una base de las fuerzas de Moscú, según afirmaciones de un asesor del alcalde de Mariupol. CNN no ha podido verificar independientemente estas afirmaciones, y la administración local instalada por Rusia aún no ha hecho comentarios al respecto. Aunque el ritmo de los contraataques ucranianos en torno a Bakhmut se ralentizó el viernes, continúan los combates encarnizados en la ciudad, según la viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Maliar. Las fuerzas ucranianas han avanzado en varias zonas en los últimos días, a pesar del intenso fuego de las tropas rusas, aunque Maliar reconoció que las fuerzas rusas habían avanzado dentro de los límites de la ciudad.