A pesar del entusiasmo de algunos usuarios por los teléfonos plegables, como el nuevo modelo Pixel Fold presentado por Google, el alto precio sigue siendo un factor limitante en la adopción masiva de esta tecnología. Aunque la espectacular pantalla flexible es una característica clave de los plegables, es también la causa principal de su elevado costo.
La pantalla flexible requiere mucha más ingeniería y es más cara de fabricar que una pantalla tradicional, lo que sumado a otros componentes exclusivos como bisagras personalizadas puede elevar el precio de estos dispositivos a más de US$ 1.000. Las pantallas plegables y flexibles representaron solo el 0,7% del mercado de teléfonos inteligentes en 2021, y en 2022 se espera que crezcan hasta apenas el 2%.
Los fabricantes han orientado los precios de estos dispositivos a un nicho de consumidores dispuestos a pagar más por las características únicas de estos dispositivos, pero hasta que no alcancen un volumen de producción mayor, los precios seguirán siendo elevados.
Además, aún hay incertidumbre sobre el futuro de los teléfonos plegables, con la mayoría de las aplicaciones aún no optimizadas para este tipo de dispositivos y la frágil naturaleza de su pantalla flexible, lo que requiere reparaciones costosas. Por todo ello, algunos usuarios más reticentes están esperando a que lleguen ofertas y promociones para hacerse con estos dispositivos.