La empresa china Porcelana está trabajando en el desarrollo de sus propios componentes informáticos para dejar de depender de Estados Unidos.
Recientemente, China ha “ilegalizado” los SSD de Micron, una empresa estadounidense que fabrica memorias para SSD y tarjetas gráficas.
China está fabricando sus propios SSD y memorias RAM, y las empresas tecnológicas privadas del país tienen parte de la capitalización pública.
La Administración del Ciberespacio de China (CAC) ha lanzado un aviso de seguridad contra Micron, afirmando que los productos de la compañía tienen problemas potenciales de seguridad de red relativamente serios.
El trasfondo político-económico de esta situación se debe a las tensiones que existen entre Estados Unidos y China, incluyendo la amenaza de invasión de Taiwán por parte de China, lo que afectaría la producción de chips a nivel mundial. Además, ambos países han interpuesto normas que gravan enormemente las importaciones de tecnología.