Las autoridades han informado que el tiroteo que tuvo lugar en Ensenada, Baja California, el sábado pasado, durante un rally, fue resultado de una confrontación entre grupos criminales.
Al menos 10 personas murieron y otras siete resultaron heridas en el ataque. Vídeos publicados en redes sociales mostraban a un grupo de hombres armados en un vehículo negro disparando contra participantes de la carrera en cuatrimotos, conocidos como “maquinillas de afeitar”.
En otros vídeos se observaban cuerpos tirados en el suelo junto a los vehículos. La narrativa que presenta la Fiscalía estatal es similar a la que suelen manejar las autoridades en estos casos, independientemente de si está o no relacionada con la realidad.
Desde el inicio de las operaciones militares contra el crimen organizado en 2006, durante el Gobierno de Felipe Calderón, los boletines y declaraciones de funcionarios suelen explicar masacres de este tipo mediante una teoría parecida.
En el caso de Ensenada, aunque la Fiscalía argumenta que los agujeros de bala encontrados en la camioneta de la que salieron los atacantes sugieren un enfrentamiento entre presuntos criminales, los diarios locales han apuntado que el objetivo de los agresores era Alonso Arámbula, presunto criminal vinculado a un grupo de Tijuana.
Según la organización Causa en Común, México registró 161 masacres, es decir, asesinatos de tres o más personas, de enero a abril.
