Los servicios de Inteligencia del Reino Unido han alertado sobre una amenaza de seguridad cada vez más grave en las regiones fronterizas entre Rusia y Ucrania debido a los últimos ataques armados registrados en la región de Bélgorod, que fueron atribuidos por Rusia a Ucrania, aunque la autoría ha sido reclamada por grupos armados rusos.
Según informan, entre el 19 y el 22 de mayo, las fuerzas de seguridad rusas se enfrentaron muy probablemente a partisanos en al menos tres localidades de la región de Belgorod, e incluso hubo aumentos de ataques con drones o disparos indirectos cerca de los lugares de los incidentes. Las autoridades rusas han evacuado varias aldeas y han desplegado más fuerzas de seguridad en la zona.
Esta amenaza de seguridad incluye la pérdida de aviones de combate, ataques con artefactos explosivos de fabricación artesanal contra vías de tren y ahora una acción partisana directa, según los servicios británicos de inteligencia.
Las autoridades rusas impusieron el régimen antiterrorista en la región de Belgorod limítrofe con Ucrania después de la presunta incursión de un grupo de saboteadores enemigos, de la que se desvinculó Kiev. Además, la administración local ordenó la evacuación de todos los civiles. La medida incluye restricciones provisionales con el fin de garantizar la seguridad de los ciudadanos de la región, como la suspensión de las actividades industriales que requieran el uso de explosivos y sustancias radiactivas, químicas y biológicas.
Además, este régimen otorga poderes a las fuerzas del orden permitiendo la aplicación de medidas como el refuerzo de los controles de identidad, de los vehículos y de las comunicaciones, así como mayor facilidad para llevar a cabo intervenciones “antiterroristas”.
Estos hechos han generado preocupación, pues las autoridades británicas han señalado que muy probablemente las autoridades de Rusia “utilizarán estos incidentes para apoyar la narrativa oficial de que es la víctima de la guerra”. Por su parte, Ucrania ha negado tener relación con las brigadas de disidentes rusos que realizaron una operación en Bélgorod, y ha afirmado que necesita más defensas antiaéreas Patriot para enfrentar los ataques rusos con misiles balísticos. Los mercenarios de Putin, por otro lado, anunciaron que dejarán sus posiciones en Bakhmut al ejército ruso antes del 1 de junio.