En la región rusa de Bélgorod, cerca de la frontera con Ucrania, se han registrado varios ataques con drones durante la madrugada contra dos edificios residenciales y uno administrativo. El gobernador de la región, Viacheslav Gladkov, informó que dos edificios residenciales fueron incendiados y que un artefacto explosivo fue lanzado sobre un edificio administrativo en la aldea de Borísovka, lo que provocó daños en el techo de una casa, pero no hubo víctimas. Según Gladkov, se están evacuando a los civiles de nueve pueblos cercanos a la frontera y se están llevando a cabo trabajos de limpieza en las zonas afectadas. Las fuerzas rusas están peinando la zona en busca de los responsables de los ataques. Hasta el momento, no se puede verificar de manera independiente quién está detrás de los ataques o cuál es su objetivo.
La desinformación se ha convertido en una de las armas más utilizadas en los últimos 15 meses de guerra en la región. Según Gladkov, una anciana murió y otras dos personas resultaron heridas durante la evacuación del lunes. La operación antiterrorista que se está llevando a cabo se produce después de que supuestos saboteadores realizaran una incursión en el territorio ruso cerca de la frontera con Ucrania.
El Kremlin expresó una “grave preocupación” por los acontecimientos cerca de la frontera y señaló que se necesita “más esfuerzo” para detener la presunta incursión. El Comité de Investigación ruso abrió una causa penal por el ataque a asentamientos en la región de Bélgorod.
El jefe de la compañía de mercenarios Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, elogió la labor de los guardias fronterizos rusos de la región de Bélgorod, pero arremetió contra el Ministerio de Defensa, habitual blanco de sus críticas. Prigozhin preguntó sobre el papel del ejército ruso en el momento del ataque de los supuestos saboteadores.
Un representante del Directorio de Inteligencia Militar de Ucrania aseguró que detrás de esos ataques están dos grupos de voluntarios rusos que combaten contra el Kremlin: el Cuerpo de Voluntarios Rusos y la Legión Libertad para Rusia. El objetivo principal de esas incursiones sería crear una “zona de seguridad” que proteja a los civiles ucranianos de los bombardeos rusos. La Presidencia ucraniana se desvinculó de la incursión en territorio ruso.
El Ministerio británico de Defensa consideraba “muy probable” que las fuerzas de seguridad rusas hubieran chocado con partisanos en al menos tres lugares en Bélgorod. “Rusia enfrenta una amenaza de seguridad multidominio cada vez más seria en sus regiones fronterizas, con pérdidas de aeronaves de combate, ataques con bombas caseras sobre vías ferroviarias y ahora acciones directas de partisanos”, indicó el Ministerio en un tuit.