Un nuevo estudio liderado por el neurocientífico y farmacólogo Haitham Amal ha descubierto que el óxido nítrico juega un papel fundamental en las funciones neuronales relacionadas con el autismo. Los científicos encontraron que los niveles altos de óxido nítrico en el cerebro de los ratones contribuían a síntomas similares a la condición del espectro autista (CEA).
Los niveles normales de óxido nítrico son responsables del flujo sanguíneo, el crecimiento neuronal y el metabolismo en el cerebro, pero a niveles elevados, la molécula puede causar daño y alterar los procesos celulares. Los investigadores del estudio encontraron que la reducción de sus niveles reduce los fenotipos de TEA, lo que sugiere que el óxido nítrico juega un papel importante en el autismo. Los modelos de ratones con TEA tienen una menor densidad de espinas dendríticas en sus neuronas.
Estas espinas son pequeñas protuberancias similares a ramas que ayudan a recibir información de otras neuronas. Los investigadores hallaron cambios similares en las neuronas expuestas a más óxido nítrico: sus espinas dendríticas eran más escasas. Además, los ratones exhibieron una variedad de comportamientos asociados con el TEA, incluido poco interés en objetos nuevos, menor interacción social y más ansiedad. Después de investigar el impacto del óxido nítrico en ratones, el equipo de Amal trató de confirmar sus hallazgos en humanos. Probaron neuronas derivadas de células madre de personas con mutaciones en el gen SHANK3 que vivían con TEA.
Estas neuronas tenían altos niveles de proteínas que ayudan a diagnosticar el estrés causado por el óxido nítrico. Cuando los investigadores trataron estas neuronas con un inhibidor de óxido nítrico, los niveles de estas proteínas disminuyeron. Las familias y los médicos están muy interesados en la investigación, ya que el autismo es una afección cada vez más diagnosticada, afectando a uno de cada 100 niños en todo el mundo.