La inseguridad en los barrios del Gran Santo Domingo es un problema cíclico coordinado que no parece tener una solución a corto plazo. Los Tres Brazos en Santo Domingo Este se haconvertido en el último foco de atención debido a los asesinatos de dos personas en la madrugada del 15 de mayo. Sin embargo, este hecho ha sido solo la punta del iceberg de una situación de inseguridad y violencia que se vive desde hace tiempo en la zona.
La banda a la que pertenecían los muertos está en guerra y quiere vengar sus muertes, por lo que los grupos armados están en alerta y salen a hacer sus fechorías sin importar a qué sector pertenezcan. Los moradores de los barrios que forman Los Tres Brazos denuncian que toda la zona está dominada por la delincuencia y bandas sin nombres que operan a su antojo. Además, todos tienen miedo de hablar debido a las represalias que puedan sufrir por parte de los delincuentes.
Las calles desérticas, la escasez de patrullas de policía durante la noche y la sensación de estado de sitio al que están sometidos los lugareños son una muestra clara de la falta de control y la ingobernabilidad que se vive en la zona. Los vídeos y audios que se han hecho virales en las redes sociales muestran la crueldad y la peligrosidad con la que actúan los delincuentes, muchas veces menores de edad.
La situación de inseguridad ha llevado a los planteles públicos y privados del lugar a suspender las clases por la amenaza de secuestro de una escuela. Además, las personas han dejado de salir por la noche, a la iglesia o a recrearse por miedo a ser saltadas o agredidas.
En resumen, los barrios del Gran Santo Domingo siguen siendo un hervidero de inseguridad y violencia que parece no tener un final a corto plazo. La falta de control y la ingobernabilidad han llevado a los lugareños a vivir en un estado de sitio y a depender de las bandas para resolver sus problemas, en lugar de acudir a la policía. Es hora de que las autoridades tomen medidas efectivas para devolver la seguridad a los barrios de la capital.
