España está sufriendo una sequía crónica que se siente con mayor fuerza en la región del sur de la Península, donde los agricultores, ganaderos y ciudadanos han visto una escasez considerable de agua en los últimos años. La falta de agua ha afectado gravemente a la producción de aceite de oliva, con los embalses del sur de Andalucía al 27,39% de su capacidad total a pesar de las lluvias recientes. La NASA ha publicado imágenes que ilustran la magnitud del problema: lo que en 2022 era verde ahora es marrón debido a la sequía.
El secretrario general de Asaja Sevilla, Eduardo Martín, ha señalado que las lluvias recientes son “muy necesarias y son más que bienvenidas”. Sin embargo, ha destacado que las lluvias no han contribuido a aumentar el agua embalsada, que sigue siendo uno de los grandes problemas del sector agrícola, y considera que sería necesaria mucha más lluvia para que entrara agua en los embalses.
A pesar del impacto de la sequía, Las lluvias recientes han sido beneficiosas para algunos cultivos como el algodón, el girasol o algunos hortícolas. Pero en algunas provincias, como en las sevillanas de Los Palacios y Lebrija, Trebujena (Cádiz) y en Málaga, el granizo ha causado importantes daños a los cultivos. En definitiva, la sequía en España sigue siendo preocupante, y la lluvia ha llegado demasiado tarde para aliviar los graves problemas que el país está experimentando.